Walterio Iraheta

Parte de la muestra : En el Corazón del Espectador

In colaboración con RoFa Projects

El Salvador, 1968

Part of the Show : In the Heart of the Beholder

In collaboration with con RoFa Projects

He is very interested in issues related to human movement, the phenomenon of migration and hybrid cultures, is interested mixtures values and traditions among people of different regions.

Happy Meal is a process of transmutation of the underworld of mass culture to the highest echelons of contemporary art.  These toys are rescued from the stores that sell second-hand American clothes, and after being touched by the artist's hand, they move into the windows of the most prestigious galleries, art collections and publications in the world.

This series faces the nature of the object and image and ends up producing exactly new objects and images. The graphite turns the toy into a pure object, an anti-image.  Then, this anti-image is reproduced in photographs and paintings:  images of anti-images.

Kryptonite is one of the most paradigmatic works by Salvadoran artist Waterio Iraheta. It implies a single word that transports us irremediably to that rarity which produced in Superman, the man of steel, effects contrary to those qualities that made him an indestructible superhero. However, Iraheta’s work is based on the antithesis of the perfect hero archetype – a corpulent figure with Anglo-Saxon features and an impeccable appearance. First of all, his story begins with the representation of a super-boy with clearly local features, a boy who from up on high, amidst the clouds, is posed in the classic position, his hands on his waist to better show the “S” that covers his chest. This new version of the man of steel provokes a series of readings that put the myth in question and then, by substitution, propose a reconsideration of the limits of heroism. Who are the real heroes? Without a doubt, they are those who lack supernatural powers and yet still resolve the problems of existence in the planetary realm where madness and extreme deficiencies dwell.

Kryptonite also explores the object representation of the mythical character from the world of comic books, evoking that silent conversation that every child has with his or her toys. In this personification of the alter ego, Superman shares his existence with those religious objects from childhood that accumulated in domestic alters, in treasure boxes or on nightstands, becoming the last thing one sees at night and thereby the main constructor of the dreamed world. Given their hypothetical parallel existence, the characters speak to each other, exchanging wisdom, beliefs, existential worries or flying lessons.”

Rosina Casali. Guatemala, October 2004

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Está muy interesado en temas relacionados con el movimiento humano, el fenómeno de la migración y las culturas híbridas, se interesa por las mezclas de valores y tradiciones entre personas de diferentes regiones.

Happy Meal es un proceso de transmutación del inframundo de la cultura de masas a los niveles más altos del arte contemporáneo. Estos juguetes son rescatados de las tiendas que venden ropa americana de segunda mano, y tras ser tocados por la mano del artista, se trasladan a los escaparates de las galerías, colecciones de arte y publicaciones más prestigiosas del mundo.

Esta serie se enfrenta a la naturaleza del objeto y la imagen y termina produciendo objetos e imágenes exactamente nuevos. El grafito convierte al juguete en un objeto puro, una antiimagen. Entonces, esta antiimagen se reproduce en fotografías y pinturas: imágenes de antiimágenes.

Kryptonita es una de las obras más paradigmáticas del artista salvadoreño Waterio Iraheta. Implica una sola palabra que nos transporta irremediablemente a esa rareza que producía en Superman, el hombre de acero, efectos contrarios a aquellas cualidades que lo convertían en un superhéroe indestructible. Sin embargo, el trabajo de Iraheta se basa en la antítesis del arquetipo del héroe perfecto: una figura corpulenta con rasgos anglosajones y una apariencia impecable. En primer lugar, su historia comienza con la representación de un super-niño con rasgos claramente locales, un niño que desde lo alto, en medio de las nubes, se posa en la posición clásica, con las manos en la cintura para mostrar mejor la “S”. que cubre su pecho. Esta nueva versión del hombre de acero suscita una serie de lecturas que cuestionan el mito para luego, por sustitución, proponer una reconsideración de los límites del heroísmo. ¿Quiénes son los verdaderos héroes? Sin duda, son aquellos que carecen de poderes sobrenaturales y aún así resuelven los problemas de la existencia en el ámbito planetario donde habitan la locura y las carencias extremas.

Kryptonite también explora la representación objetual del mítico personaje del mundo de los cómics, evocando esa conversación silenciosa que todo niño tiene con sus juguetes. En esta personificación del alter ego, Superman comparte su existencia con aquellos objetos religiosos de la infancia que se acumulan en los alters domésticos, en los cofres del tesoro o en las mesillas de noche, convirtiéndose en lo último que se ve por la noche y por tanto en el principal constructor del mundo onírico. Dada su hipotética existencia paralela, los personajes hablan entre sí, intercambiando sabiduría, creencias, preocupaciones existenciales o lecciones de vuelo”. Rosina Casali. Guatemala, Octubre 2004